Aula Virtual: Una Posible Respuesta Educativa

a las Necesidades de la Sociedad de la Información

Clara Misrahi

edl@ole.com.ar

Argentina

 

 

INTRODUCCIÓN

La sociedad en su conjunto se ve rodeada a fines del segundo milenio del avance y desarrollo de nuevas tecnologías de la información haciendo imprescindible su conocimiento y utilización en espacios cada vez más cercanos. Es muy común escuchar hablar de este período como la culminación de la sociedad industrial para dar paso a la sociedad de la información donde el valor está puesto en el conocimiento. Así lo demuestra el crecimiento de algunos países que trabajando sobre el eje, y teniéndolo como nuevo paradigma de crecimiento se han desarrollado en forma vertiginosa ante el asombro mundial.

En la sociedad del conocimiento la información y la comunicación son los dos pilares sobre la cual giran las demandas de desarrollo. Tanto las artes como las ciencias se ven afectados por cambios de paradigmas, que implican otra forma de abordarlas. Es muy común escuchar hablar, y también hay desarrollos teóricos abocados a trabajar sobre estos nuevos paradigmas que incluyen a la complejidad como un aspecto sustancial desde donde enfocar los cambios.

Estos nuevos planteamientos propios de la era pos moderna que hacen que la tarea educativa necesite ser pensada y enfocada desde esta complejidad.

Se vive en un mundo que además de complejo en el que se está necesariamente interconectado uno con el otro; nada de lo que suceda en una parte del planeta es un hecho aislado, sino que tiene sus efectos en otras partes del planeta, desde fenómenos económicos, hechos políticos, descubrimientos científicos, etc.

¿Cuál es el lugar y la función de la educación?. ¿Cómo puede dar la educación desde sus instituciones respuesta a estos cambios y planteos?

Evidentemente la educación no puede quedar aislada de este contexto, porque sino no tendría razón de ser. No se puede mirar al fenómeno educativo y pedagógico solamente desde sus aspectos instrumentales, o en todo caso se debiera reestructurar sus aspectos instrumentales enmarcados dentro de las necesidades sociales, políticas, históricas, individuales que el hombre de hoy requiere.

La universidad formadora por excelencia de futuros profesionales, de hombres y mujeres actuantes en esta realidad, debe necesariamente repensar sus prácticas educativas. No existe ninguna otra instancia tan poderosa como la educación como para fortalecer el crecimiento de nuestra sociedad. Los países que apostaron y lo siguen haciendo a la educación están a la vanguardia del progreso y el desarrollo cultural y científico.

 

 

 

HACIA UN NUEVO CONCEPTO DE CLASE

Las prácticas educativas en las instituciones universitarias, y también en el mundo del trabajo necesitan adaptarse a esta nueva forma de vida: vertiginosa, impredecible, multidimensional.

Es en el aula, ese espacio institucionalizado, tal como lo afirman, entre otros, Tiffin y Rajasingham, donde se produce el fenómeno de comunicación entre docentes y alumnos. Allí interactúan ambos con el propósito de que se produzca algún aprendizaje. En verdad uno podría analizar ese particular encuentro para determinar cómo es la estructura de comunicación que se genera, y si esa estructura otorga espacios de participación en los alumnos, o continua desarrollándose según un modelo verticalista de transmisión oral con escasa o nula participación del alumnado. Son numerosas investigaciones las que se han hecho sobre las que ocurre en el interior de las aulas, y cada una de esas investigaciones aporta elementos de consideración para ser analizados. En mucho casos uno se encuentra con docentes abocados a la tarea de formar, y en otras sólo de informar. Lamentablemente esto último contradice toda posibilidad de interacción, no porque el docente no deba informar, sino porque además debe favorecer un espacio de búsqueda de información, de resolución de problemas, de análisis crítico frente a determinadas situaciones de aprendizaje. El aprendizaje no se produce cuando un docente llena de información a un alumno, aprender significa construir significados, por ese motivo se insiste tanto en el rol del docente como guía, facilitador y orientador. Este rol supone por un lado construir para el docente un nuevo modelo mental, que posiblemente no tuvo de sus propios docentes, y por el otro recrear estrategias de enseñanzas que posibiliten otras formas de apropiación del conocimiento. La labor docente no es una práctica artesanal ni intuitiva, requiere de un verdadero conocimiento de la lógica de su disciplina y de aspectos pedagógicos que fortalezcan su profesión docente, es una verdadera profesión, y como tal debe ser tratada.

La clase escolar o universitaria requiere desde esta lógica ser pensada como un espacio de comunicación entre docentes y alumnos. Docentes que desde la institución fueron legitimados a tal efecto, y grupos de alumnos que conformados arbitrariamente se constituyen como un grupo humano para formarse en tal o cual disciplina. El problema radica en seguir sosteniendo la idea de aula tal como se pensó en las sociedades industriales, creando un desfasaje de competencias básicas requeridas para este nuevo tipo de requerimientos sociales.

Para Tiffin y Rajasingham:

".....el aula es una tecnología que emula la forma en que las personas viven y trabajan en una sociedad industrial. No tiene relación con el modo en que vivirán y trabajarán las personas en una sociedad de la información. Algunos países se encuentran inmersos en una transición hacia una sociedad de la información en un grado tal que la discrepancia resulta obvia".

Siguiendo este planteo ¿qué necesita la sociedad de la información en términos educativos?

 

 

LA SOCIEDAD HOY Y LA RESPUESTA DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS

Abundan investigaciones que dan cuanta de las necesidades del hombre actual y la falencia de las instituciones educativas en dar respuesta a esos requerimientos. La conjunción sociedad educación sólo se da en términos teóricos, ya que los cambios sociales en esta era son mucho más rápidos que los cambios educativos. Ya no alcanza con que el hombre aprenda a leer y escribir, no se necesita una educación eminentemente enciclopedista, el hombre de hoy no puede saberlo todo, todo en estos momentos significaría tener a su disposición los elementos para disponer de esa información.

La educación presencial requiere de sus alumnos una cantidad de horas de presencia física en sus aulas. Se podría preguntar: ¿qué sucede en esas horas con el alumno?, ¿qué actividades realiza?, ¿realiza alguna actividad es solo un espectador de la transmisión de la información del docente?. Además de esas horas presenciales, necesita de otra cantidad de horas para estudiar la bibliografía de cada asignatura, y además en el caso del estudiante universitario debe trabajar. ¿Cómo poder optimizar esta situación?. Los sistemas a distancia han comenzado hace ya algunos años ha generar algunas propuestas para superar esta y otras dificultades que entraña la educación presencial.

Por un lado promueven el autoaprendizaje y la independencia de los alumnos en su proceso de aprendizaje. Esto implica formar profesionales más autónomos. Se sabe que la dependencia del alumno con el profesor es muy grande, y algunos docentes estimulan y lideran esta dependencia sosteniendo su práctica docente de manera absolutamente tradicional, esto es no generando nuevas estrategias que promuevan el aprendizaje autónomo. La Psicología del Aprendizaje ha avanzado mucho en este aspecto, brindando elementos de interés en relación al proceso de aprendizaje.

En la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA los docentes de las materias a distancia muchas veces han podido modificar sus prácticas en la educación presencial a partir de su trabajo en elaboración de materiales didácticos para la implementación del programa a distancia. Estos docentes reconocen que la elaboración de instrumentos para el programa a distancia ha generado un replanteo general de sus estrategias docentes en el aula.

Por otro lado el sistema a distancia permite manejar los tiempos personales de estudio en forma absolutamente autónoma, regulando cada persona en función de intereses y necesidades sus tiempos reales de aprovechamiento y estudio de los nuevos contenidos. Es en este sentido que las nuevas tecnologías de la información están colaborando en generar medios cada vez más accesibles para que el sistema a distancia funcione y se perfeccione cada vez más.

 

 

HACIA UN CONCEPTO DE AULA VIRTUAL

Este concepto de clase aparece ligado a las nuevas tecnologías de la educación en donde la instrucción aparece asistida por ordenadores y por el uso de telecomunicaciones: audioconferencias, teleconferencias, etc.

La clase virtual se nutre de estas tecnologías. Virtual significa "en efecto", no en realidad, y a pesar de esto es posible a través del aula virtual crear un entorno de aprendizaje favorecido por la comunicación. Este tipo de clase posibilita la intercomunicación telefónica desde los lugares más remotos, y gracias a los avances tecnológicos también permitirá el contacto visual en el futuro. En verdad la clase virtual es una simulación de una clase convencional.

La clase virtual permite pensar a la educación traspasando las fronteras de la propia nación, permitiría incluir a los individuos en un servicio internacional. Con esto se libera a la educación de los límites del espacio y tiempo, se acortan las distancias que impone la clase convencional. Se crea entonces una red virtual de educación entre alumnos, profesores y contenidos de distintas partes del mundo, diversos y variados. Las ventajas de este tipo de clase son muchas, pero este nuevo cambio de paradigma ofrece también algunas desventajas, que en la medida que las investigaciones avancen se tendrá mayor conocimiento sobre cómo abordarlos. En principio una de las desventajas está en la organización temporal del profesor tutor que se comunica por correo electrónico con sus alumnos, lo cual implica un esfuerzo y utilización de tiempo mayor que en una clase presencial. Otro problema lo constituye la diversidad cultural de los participantes que asisten a este tipo de entornos, y cómo esto se ve reflejado en el proceso de comunicación.

De todas formas el aula virtual surge como una alternativa válida de educación a distancia sobre todo en la educación del adulto cuyas necesidades e intereses se ven sostenidos en función de su desarrollo profesional próximo. La vida de este adulto circula por una sociedad con exigencias presentes, cambiante y que plantea continuos desafíos. Los tiempos que se manejaban en otras generaciones eran más lentos, y la planificación de la vida transcurría por caminos más estables. La vertiginosidad de los hechos plantea al hombre contemporáneo la necesidad de estar informado, actualizado y formado en su especialidad para desempeñarse. Los conocimientos tienden a volverse obsoletos en un período de tiempo más corto que en la vida moderna. Estas exigencias replantean nuevas formas de enseñanza y la generación de nuevos espacios de aprendizaje, donde se pueda trabajar y estudiar a la vez, siendo uno el complemento del otro.

La tendencia es hacia la formación continua, y esto plantea tener incluido al hombre de por vida dentro del sistema educativo. Esto genera una demanda de educación cada vez mayor, aún en los países más pobres.

El aula virtual permite responder a algunas de las problemáticas planeadas a la educación a fines de este milenio. De ninguna manera permite resolver las demandas de la sociedad en términos educativos generales.

En términos de propuesta las clases virtuales:

 

 

LOS PROTAGONISTAS DE LA CLASE VIRTUAL

Docentes y alumnos se interconectan en una red, vinculados ambos por el conocimiento.

Es sumamente importante considerar cuál es la labor del docente en los entornos virtuales. En este caso, y más que nunca se debe considerar la capacitación del docente como el eje central para la puesta en marcha y optimización de lo que el aula virtual propone. Su rol de orientador, guía y facilitador deben en este caso superar al de mero transmisor. La propuesta de aprendizaje debe ser clara, y no dejar reposar la interactividad en la propuesta del medio. Los docentes deben idear propuestas de actividades que permitan a los alumnos la interacción con el conocimiento. Es fundamental concebir propuestas que apunten a la sociabilización del conocimiento enmarcadas en aprendizajes significativos.

El alumno en este sistema se maneja en forma más autónoma que en el aula convencional. Es él quien organiza sus tiempos y formas de aprendizaje, guiado siempre por los medios diseñados a tal fin. El objetivo primordial de esta propuesta es promover el autoaprendizaje, optimizando tiempo, espacio y recursos.

El procesamiento didáctico de los medios utilizados en entornos virtuales cumple una función primordial. Ellos son el nexo permanente del alumno con los contenidos, y es a través de ellos que el alumno orientará su proceso de aprendizaje. La propuesta didáctica debe prever un elaborado y cuidadoso procesamiento que sea coherente con los objetivos de aprendizaje y favorezcan estrategias cognitivas cada vez más complejas.

El diseño y desarrollo de esta propuesta educativa sólo se puede realizar con la colaboración de equipos interdisciplinarios: expertos temáticos, pedagogos y tecnólogos, complementados cada uno desde su saber para lograr hacer posible de este espacio virtual una verdadera experiencia de aprendizaje. Para que esto se logre es necesario considerar:

Los entornos virtuales plantean potencialidades todavía por descubrir, y desafíos heredados del aula convencional aún por resolver. Las posibilidades son muchas, y los recursos cada vez mayores para seguir investigando cómo optimizar esta propuesta, que aparece como una alternativa educativa válida de capacitación y estudio en los ámbitos formales y no formales de educación.

 

 

Resumen

La clase virtual surge como una alternativa educativa válida en respuesta a los requerimientos de las necesidades educativas del sistema educativo formal y no formal. Las nuevas tecnologías de la información están posibilitando la creación de entornos virtuales que favorezcan el proceso de aprendizaje, en forma no presencial. La educación a distancia ofrece a través de la instalación de aulas virtuales la optimización de tiempo y espacio en relación al encuentro entre docentes y alumnos, favoreciendo de este modo la regulación de los tiempos propios de cada persona y el autoaprendizaje, sobre todo en la educación del adulto, que es quien más necesidades y posibilidades tiene de gestionar su propio proceso de formación en forma autónoma.

El diseño del aula virtual debe responder a una adecuada programación y organización didáctica de los contenidos a aprender, los objetivos de aprendizaje, las actividades desarrolladas para consolidar y transferir el aprendizaje, así como también de una interacción constante con el docente, que es quien va a guiar a este alumno en forma personalizada mediante comunicaciones telemáticas. La capacitación de este rol docente asume un papel importantísimo para un óptimo desarrollo de este entorno de aprendizaje.

 

Referencias

Bontá María Isabel (1998). Pedagogía y Tecnología. En Mena Marta (coord): Presente y Futuro de la Educación a Distancia en América Latina y el Caribe. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Bs. As. Buenos Aires: Estrada.

Chacón, F. (1996, mayo, b) . Comunicación mediante computadoras y educación a dis-tancia. En: Fainholc, B. (comp.) (1997). Nuevas Tecnologías de la Información y la comunicación.en la enseñanza. Buenos Aires: Paidós.

Litwin Edith (1988). La Educación a Distancia en la Educación del Futuro: Desafíos, Recurrencias y Perspectivas. En Mena Marta (coord): Presente y Futuro de la Educación a Distancia en América Latina y el Caribe. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Bs. As. Buenos Aires: Estrada

Negroponte, N. (1995). Ser digital. Buenos Aires: Atlántida

Schnitman Dora Fried (1994). Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad. Buenos Aires: Paidós.

Tiffin, J. y Rajasingham, L. (1997). En busca de la clase virtual. Barcelona : Paidós.